Acabamos de ver REVENGE, y si algo queda claro es que hay fines de semana que deberían haberse quedado en el grupo de WhatsApp.
Caroline Fargeat debutó en el largometraje con una película que no pide permiso, no baja el volumen y, desde luego, no siente compasión por los idiotas.
Lo que empieza como una fantasía masculina bastante rancia termina convirtiéndose en una pesadilla estilizada donde el desierto no perdona… y ella tampoco.
⭐ Valoración: 4 / 5
Sangrienta, provocadora y muy consciente de lo que está haciendo.
📖 SINOPSIS (sin spoilers, pero con advertencia moral)
Tres hombres viajan a una lujosa casa en mitad del desierto para disfrutar de un retiro de caza, alcohol y testosterona bien peinada. Uno de ellos lleva consigo a Jen, su joven amante, presentada como “parte del paisaje”.
Error número uno.
Error número dos: subestimar a Jen.
Lo que sigue es una espiral de violencia, supervivencia y venganza en la que la presa decide que ya ha corrido suficiente.
🎬 DIRECCIÓN Y RITMO
Caroline Fargeat: cuando el cine de venganza cambia de dueño.
Fargeat no inventa el subgénero rape & revenge, pero hace algo mucho más interesante: lo desmonta desde dentro.
Toma todos los códigos del cine exploitation —exceso, sangre, cuerpos al límite— y los utiliza para señalar exactamente lo que siempre ha estado ahí, pero contado desde otro lugar.
Su dirección es agresiva, hiperbólica y deliberadamente exagerada. No busca realismo, busca catarsis. Cada plano, cada color saturado y cada momento de violencia están pensados para incomodar… sobre todo a quien se siente demasiado cómodo.
Aquí no hay sutileza porque el mensaje no necesita disfraz.
🎭 ACTUACIONES cuatro personajes, una superviviente
Matilda Lutz (Jen) sostiene toda la película sobre su cuerpo y su transformación. Empieza como el cliché que el propio filme quiere que subestimemos y termina convertida en una figura casi mitológica: herida, sucia, rota… pero absolutamente imparable.
Su actuación es física, intensa y silenciosa cuando hace falta. No necesita grandes discursos: su mirada lo dice todo. Jen no se convierte en heroína; se convierte en alguien que ya no acepta el papel que le asignaron.
Los tres personajes masculinos funcionan como arquetipos muy claros:
El “encantador” irresponsable
El “amigo” que mira hacia otro lado
El depredador sin filtro
No están ahí para evolucionar, sino para representar actitudes, y cumplen su función a la perfección: cuanto más hablan, peor caen. Como debe ser.
🌍 TEMAS SOCIALES cuando el cuerpo deja de ser decorado
Bajo su capa de violencia estilizada, REVENGE habla de:
La cosificación del cuerpo femenino
La cultura de la impunidad masculina
El silencio cómplice
Y la falsa idea de que “no fue para tanto”
La película exagera para dejar claro algo muy simple: cuando se ignora el consentimiento, cuando se minimiza el daño y cuando se cree que todo se puede borrar… la violencia siempre vuelve.
Y vuelve con dientes.
⭐ VALORACIÓN
REVENGE no es una película cómoda, ni quiere serlo. Es excesiva, brutal y a veces casi grotesca, pero precisamente ahí reside su fuerza. Caroline Fargeat firma un debut que grita, muerde y no se disculpa.
No es cine para todos.
Es cine para quien entiende que, a veces, la venganza en pantalla no es glorificación… es respuesta.
Ficha técnica
- Título original: Revenge
- Año: 2017
- País: Francia
- Dirección y guion: Caroline Fargeat
- Reparto principal: Matilda Lutz, Kevin Janssens, Vincent Colombe, Guillaume Bouchède
- Género: Thriller, terror, venganza
- Duración: 108 minutos
- Fotografía: Robrecht Heyvaert
- Música: Electronic – compuesto por Robin Coudert (Rob)
- Idiomas: Francés / Inglés
- Estreno: Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF)
- Se puede ver en Prime.




