Acabo de Ver: Camina o muere


“¡Maravilloso! Una película donde caminar es literalmente la supervivencia…

 ¿Quién necesita presupuesto para explosiones cuando tienes resistencia física y un régimen autoritario que te recuerda que no puedes parar? 
 Sí, la nueva adaptación de Stephen King bajo el título “Camina o muere”. Porque lo lógico en 2025 era que la finalidad del cine fuera que cien adolescentes caminen sin parar hasta que sólo uno quede en pie. Metáfora social profunda o sólo cardio extremo para personajes ficticios… tú decides. 

 Dirección de Francis Lawrence y reparto de “jóvenes prometedores + veteranos que recordamos por otras cosas” (sí, ahí tienes a Mark Hamill en modo sádico supervisor-militar). 

Lo mejor: mientras tú vas por palomitas, alguien más corre por su vida. Todo en 108 minutos de tensión… y muchas quejas de “otro reality distópico disfrazado de cine”. En fin, si algun@ de vosotr@s quiere ver cómo se ejecuta la metáfora de “la presión constante” literalmente, esta es vuestra película. Y si no… al menos se puede decir que el call-to-action es claro: ¡No te pares! Porque parar = morir. ¿Instituto? ¿Oficina? ¿Cronómetro de vida? Who knows.

¿Y si el futuro de la humanidad dependiera de… caminar?
Sí, eso pensó alguien en una reunión de guion: “¿Y si hacemos Los Juegos del Hambre, pero sin hambre ni descanso?” Bienvenidos a Camina o muere, la nueva adaptación de The Long Walk de Stephen King, donde los personajes no corren por sus vidas: simplemente caminan, hasta que sus piernas o su cordura dicen basta.

Francis Lawrence (sí, el de Los Juegos del Hambre) dirige esta odisea podométrica donde cada paso cuenta, literalmente. Jóvenes promesas marchan bajo la mirada de Mark Hamill, quien parece disfrutar más de verlos sufrir que de su cheque de actor veterano.

La premisa es simple: 100 adolescentes, un camino interminable, y una regla dorada —si te detienes, mueres—. Una metáfora sobre la sociedad moderna, el capitalismo o simplemente sobre los domingos sin café, según quién la vea.

Visualmente correcta, narrativamente agotadora (como los personajes), y con suficiente tensión como para que quieras pausar la película… pero no te atrevas, por si acaso.

Lo mejor: la idea original de Stephen King sigue siendo tan inquietante como absurda.
Lo peor: a mitad de la película ya deseas ser tú quien reciba el disparo de eliminación.

🎯 Veredicto:
Una carrera sin meta donde el espectador también termina sin aliento.
Pero oye, al menos esta vez, la caminata cuenta como ejercicio.

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